Játar- Puerto de Cómpeta el día 24
de Noviembre del 2012, sábado.
Como siempre, quedamos tempranito,
alrededor de las 7´30 h. junto al control de alcoholemia que pone la guardia
civil todos los fines de semana en la “Circunvalación”, salida de Armilla….concurrido
estaba.
Allí nos vimos Alberto, Santi, Paco
blp y un servidor, Agu (el que suscribe este comentario). Y sin más dilación marchamos con ese magnífico
vehículo que se ha comprado el amigo Santi, rumbo al polígono de Játar, lugar
de inicio de nuestro sendero.
Alrededor de las 8´40 comenzamos nuestra
andadura que, en un principio, se
entrecruzaba con un camino al que, al poco tiempo, dejamos atrás para
adentrarnos en una vereda preciosa, que utilizaban los lugareños para ir a la
costa a por pescado fresco y otras necesidades….camino de herradura.
Pronto encontramos frente a
nosotros, apuntando hacia el cielo a ese entrañable amigo de los buenos
montañeros o senderistas, como ustedes gusten, llamado el Raspón de los
Moriscos, un Lucero en esta Sierra tan imponente de nombre tripartito; Almijara,
Alhama y Tejeda.
Continuamos la ruta, surcando algún
riachuelo que otro, fruto de la cantidad de agua acumulada en la zona, hasta
llegar a la Venta Lope,
antaño, lugar de descanso y repostaje y hoy cortijo en ruinas, pero ubicado en
un valle de una belleza incomparable, rodeado de bellas montañas, soniquete de
agua fresca, un manto de hierba que da de comer a un par de caballos y unas
vistas que bien valen un descanso….o una buena tumbada en la hierba, que todo
vale.
Siguiendo la ruta, en un acompasado
trayecto de subidas y bajadas comenzamos, al fin, la ascensión definitiva por
un bosque maravilloso de helechos, más
propio del Camino de Santiago que de estas tierras pero que nos deja
encantados….
Al final de la subida, y una vez
cruzado un camino forestal, nos encontramos de frente la cantera de mármol
abandonada denominada “El Macho” la cual nos sorprende por el recorte de la
montaña en forma de dados perfectamente elaborados. Un sendero en armoniosa
bajada nos deja a pie de cantera y a unos 300 metros más arriba,
llegamos al puerto de Cómpeta, un lugar donde el aire nos sorprende con fuerza
marina y donde podemos disfrutar de la hermosa vertiente malagueña, bosques y
veredas que, como serpientes, apuntan hacía los picos más emblemático de esta Sierra.
Son las 11 h, dos horas y veinte
minutos de recorrido, un descanso y un breve paseo hasta el inicio de la vereda
que nos lleva hasta el Lucero, son solamente 3 km. pero que no te quitan la
hora y media de subida hasta el “cuartelillo” de la guardia Civil”..Pero eso es
otra historia, otro día. Son las 12 y hay que regresar.
Ahora, nuestras mentes están ya
puestas y dispuestas para deshacer lo andado hasta Játar donde llegamos alrededor
de la 14´30 h. un poco más tarde de los previsto debido a que no pudimos pasar
por Venta Lope sin descansar otro ratito y disfrutar , de nuevo, de este lugar
tan privilegiado
En Játar, paramos en ese
restaurante habitual donde dimos cuenta de unas cervezas fresquitas, unos vinos
decentes y unos asados de conejo y pollo que quitaban el hipo, sin faltar ese
platito de setas y los “digestivos” correspondientes.
Ah, se me olvidaba, se trata de una
ruta micológica, en la que pudimos observar
distintas especies o tipos de setas, las cuales, amén de ser tratadas en
la sartén culinariamente hablando, dan al monte un toque misterioso esperando
que cualquier duendecillo nos indique el camino correcto sentado en la mayor de
las setas posibles .
Agustín Rubio.
Mirador con El Lucero al fondo
Venta Lope
Fuentecilla
En la Venta Lope
El descanso de los guerreros